Mis manos nocturnas aquí están
con secretos de luciérnagas en la niebla,
hablando de ascender hacia el silencio
renovando los lugares con la luz.
Aquí están, como un polvo de lo humano,
amarrando ideas a los pensamientos
y en medio de los enteros mundos
donde se encuentran las palabras de los dedos.

Después de asomar arriba con sus huellas
mis manos en la noche son esperanzas
que se hacen íntima canción
para conocer el símbolo de las estrellas
y, mecidas por el viento de los sueños,
son voces con nombres combatientes
mientras la luna los va deslizando
cayendo en el desnudo alumbramiento.

Mis manos aquí están enterrando
el rostro del fuego de un vacío
al intentar decidir sus emociones
interpretadas en los sueños del lucero.
Y abrazando a la brisa de la existencia
mis manos se llenan de inmensos laberintos
formando cortinas con el velo
de mi corazón dormido en sus amores.

Mis manos aquí estan en esta noche
de horas sesgadas por los astros
que van llenando con sus verbos
los símbolos de mis dedos en camino.
Y ya, dormida toda la existencia,
respiro un profundo sonar de esencias
para alimentar a mis manos del espíritu
fugaz y etéreo de lo amado.